Iniciar la lectura de esta obra es poner la marcha y emprender un viaje en coche hacia los Balcanes, Turquía , Irán y Afganistán y hacia la profundidad de una poesía que nos hace recorrer paisajes y conocer a distintas personas con las que Annemarie se cruzó en su travesía. Partimos en un Ford cargado de material fotográfico, en 1939 , cuando se inicia la gran guerra en Europa, sin embargo, Annemarie habla de un mundo paralelo, de la hospitalidad en Afganistán, de las mujeres del Islam, de las nuevas carreteras, de los viejos caminos, de la intemperie, de sus cabalgatas de caza, de los mercadillos y sus vendedores, en definitiva, de todo lo que va encontrándose a su paso por los pueblos de la "otra" Europa y de Asia. Hay un fragmento poético-existencialista del capítulo “ La Estepa ” que me gusta mucho: “Quizá mi sentido de la realidad no esté muy desarrollado, tal vez carezca de un instinto seguro y tranquilizador para los aspectos concretos de nuestra existencia terrenal,...
Un espacio donde los libros son los protagonistas. Noticias, referencias, reseñas, comentarios y críticas sobre literatura de ayer y de hoy. Poemas, poesías, relatos y todas las formas de literatura posibles...